top of page

Ante todo, debes tener claro que tu pareja y tú, sean dos personas con la comunicación y complicidad suficientes para ser swingers. También cada pareja deberá definir los términos bajos los cuáles regirán sus experiencias dentro del grupo. Nunca debe experimentar sola una persona sin el conocimiento de su pareja, porque eso sería infidelidad.

Antes de proponerle a tu pareja ser swingers, deberás tener en cuenta varios aspectos, como no ser celosos ni posesivos, ya que esto puede en vez de enriquecer la relación de pareja, causar inconvenientes. Quien esté proponiendo integrarse al mundo swinger, debe respetar los tiempos de su pareja, para asegurar que la experiencia sea placentera.

Muchas personas aseguran que, el mejor modo de proponerlo, es durante el acto sexual, momento en el que están más abiertos a nuevas experiencias excitantes. Puedes sugerirle a tu pareja, al oído, qué le parecería si hubiera otra pareja en la cama, de ese modo llevas tus intenciones a su terreno. Dependiendo de la respuesta, podrás dar el siguiente paso, asegurándote si realmente él también desea, aún en sus más profundas fantasías, compartirte. Si son una pareja con buena comunicación (algo, por otra parte, primordial a la hora de lanzarse a esta nueva aventura) puedes sugerirlo sin miedos.

Proponerle a tu pareja ser swingers es un tema algo espinoso aún en estos tiempos de conductas open mind. Sin embargo, muchos factores pretenden oprimir la sustitución de la infidelidad por opciones más prestadas a la comunicación y el riesgo. Claro que, también, puede que tú estés encantada con tu pareja y no necesites que haya otro bajo tus sábanas, lo cual no sólo es de admirar, sino que también es un lujo.

Como convencer a tu pareja

bottom of page